reuniré a todas las naciones y las haré bajar al valle de Josafat. Allí entraré en juicio contra los pueblos por lo que hicieron a Israel, pueblo de mi propiedad, pues lo dispersaron entre las naciones y se repartieron mi tierra.
Dios mismo juzgará entre las naciones y administrará justicia a muchos pueblos. Convertirán sus espadas en arados y en hoces sus lanzas. Ya no levantará su espada nación contra nación y nunca más se adiestrarán para la guerra.
»En aquel día sus pies estarán en el monte de los Olivos que se encuentra al este de Jerusalén. El monte de los Olivos se partirá en dos de este a oeste, formará un gran valle, con una mitad del monte desplazándose al norte y la otra mitad al sur.
Dios mismo juzgará entre muchos pueblos y administrará justicia a naciones poderosas y lejanas. Convertirán sus espadas en arados y en hoces sus lanzas. Ya no levantará su espada nación contra nación y nunca más se adiestrarán para la guerra.
»”En aquel día abriré en Israel, en el valle de los que pasan, frente al mar, una tumba para Gog. Ese lugar cortará el paso a los viajeros. Allí enterrarán a Gog y a todo su ejército; lo llamarán valle del Ejército de Gog.
El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron al Señor; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá, nombre con el que hasta hoy se le conoce.