Atacan como guerreros, escalan muros como soldados. Cada uno mantiene la marcha sin romper la formación.
las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en formación perfecta;
Se abalanzan contra la ciudad, escalan los muros, trepan por las casas, se meten por las ventanas como ladrones.
«Suban por los surcos de esta viña y arrásenla, pero no acaben con ella. Arránquenle sus ramas, porque no son del Señor.
Aquel día David dijo: «Todo el que vaya a matar a los jebuseos, que suba por el acueducto, para alcanzar a los cojos y a los ciegos. ¡Los aborrezco!». De ahí viene el dicho: «Los ciegos y los cojos no entrarán en el palacio».
¡Saúl! ¡Jonatán! Fueron amados y admirados, y en la vida y en la muerte, inseparables. Más veloces eran que las águilas y más fuertes que los leones.
Y este, como novio que sale de la cámara nupcial, se regocija, cual poderoso guerrero, al recorrer su camino.
Abriéndome herida tras herida, se lanzó contra mí como un guerrero.
No se atropellan entre sí; cada uno marcha en línea. Se lanzan entre las flechas sin romper filas.
De Aser: cuarenta mil hombres listos para el combate.