»No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no recordarás más la deshonra de tu viudez.
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.
»Alejaré de ustedes al que viene del norte, arrojándolo hacia una tierra seca y desolada: lanzaré su vanguardia hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar occidental. Subirá su hedor y se elevará su fetidez». ¡El Señor ha hecho grandes cosas!
Investiguen los tiempos pasados, desde el día que Dios creó al ser humano en la tierra, y examinen el cielo de un extremo a otro. ¿Ha sucedido algo así de grandioso o se ha sabido alguna vez de algo semejante?
¡Canten de alegría, cielos, que esto lo ha hecho el Señor! ¡Griten con fuerte voz, profundidades de la tierra! ¡Prorrumpan en canciones, montañas y bosques, con todos sus árboles! Porque el Señor ha redimido a Jacob, Dios ha manifestado su gloria en Israel.
Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz. A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo y aplaudirán todos los árboles del bosque.
Ustedes comerán en abundancia, hasta saciarse, y alabarán el nombre del Señor su Dios, que hará maravillas por ustedes. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!