Joel 2:17

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Lloren, sacerdotes, ministros del Señor, entre la entrada y el altar; y digan: «Compadécete, Señor, de tu pueblo. No entregues tu propiedad como objeto de burla, para que las naciones no se burlen de ella. ¿Por qué habrán de decir entre los pueblos: “Dónde está su Dios?”».

Referencias Cruzadas

Ezequiel 8:16

Y me llevó al atrio interior del Templo. A la entrada del Templo, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres que estaban mirando hacia el oriente y adoraban al sol, de espaldas al Templo del Señor.

Salmos 115:2

¿Por qué tienen que decirnos las naciones: «Dónde está su Dios»?

Salmos 79:10

¿Por qué van a decir las naciones: «Dónde está su Dios»? Permítenos ver y muéstrales a los pueblos paganos cómo tomas venganza de la sangre de tus siervos.

Mateo 23:35

Así recaerá sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra. Sí, desde la sangre del justo Abel hasta la de Zacarías, hijo de Berequías. A este, ustedes lo asesinaron entre el santuario y el altar.

Amós 7:2

Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé: —¡Señor mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño?

Joel 1:9

Las ofrendas de cereales y las ofrendas líquidas no se ofrecen ya en la casa del Señor. Hacen duelo los sacerdotes, los ministros del Señor.

Oseas 14:2

Piensen bien lo que dirán y vuélvanse al Señor con este ruego: «Perdónanos nuestras maldades y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios.

1 Reyes 6:3

El vestíbulo de la nave central del templo medía también veinte codos de ancho y por el frente del templo sobresalía diez codos.

Éxodo 34:9

Y dijo: —Señor, si realmente cuento con tu favor, ven y quédate entre nosotros. Reconozco que este es un pueblo terco, pero perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y adóptanos como tu herencia.

Miqueas 7:10

Cuando lo vea mi enemiga, la que me decía: «¿Dónde está el Señor tu Dios?», se llenará de vergüenza. Mis ojos contemplarán su desgracia, pues será pisoteada como el lodo de las calles.

Amós 7:5

Y exclamé: —¡Detente, Señor mi Dios, te lo ruego! ¿Cómo sobrevivirá Jacob, si es tan pequeño?

Ezequiel 20:9

Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones entre las cuales vivían los israelitas. Porque al sacar a los israelitas de Egipto yo me di a conocer a ellos en presencia de las naciones.

Isaías 37:20

Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, Señor, eres Dios».

Salmos 89:51

Tus enemigos, Señor, nos insultan; a cada paso ofenden a tu ungido.

Salmos 89:41

Todos los que pasan lo saquean; es motivo de burla para sus vecinos.

Salmos 79:4

Hemos quedado en ridículo ante nuestros vecinos; somos la burla y el escarnio de los que nos rodean.

Salmos 74:10

¿Hasta cuándo, Dios, te insultará el adversario? ¿Por siempre ofenderá tu nombre el enemigo?

Salmos 42:10

Mortal agonía me penetra hasta los huesos cuando mis adversarios me insultan, preguntándome a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?».

2 Crónicas 8:12

En el altar del Señor que había construido frente al atrio, Salomón ofrecía holocaustos al Señor

Deuteronomio 32:27

Pero temí las provocaciones del enemigo; temí que el adversario no entendiera y llegara a pensar: “Hemos triunfado; nada de esto lo ha hecho el Señor”».

Mateo 27:43

Él confía en Dios; pues que lo libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”?

Malaquías 1:9

»Ahora pues, traten de suplicar a Dios para que se apiade de nosotros. ¿Creen que con esta clase de ofrendas los aceptará? —dice el Señor de los Ejércitos—.

Nehemías 9:36

»Por eso ahora somos esclavos, esclavos en la tierra que diste a nuestros antepasados para que comieran de sus buenos frutos.

Joel 1:13

¡Vístanse de duelo y giman, sacerdotes! ¡Laméntense, ministros del altar! ¡Vengan, ministros de mi Dios, y pasen la noche vestidos de luto, porque las ofrendas de cereales y las ofrendas líquidas han sido suspendidas en la casa de su Dios!

Salmos 42:3

Mis lágrimas son mi pan de día y de noche, mientras me preguntan a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?».

2 Crónicas 7:20

los arrancaré de raíz de la tierra que les he dado y repudiaré este templo que he consagrado en honor de mi Nombre. Entonces los convertiré en el objeto de burla de todos los pueblos.

1 Reyes 9:7

yo arrancaré a Israel de la tierra que le he dado y repudiaré el templo que he consagrado en honor de mi Nombre. Entonces Israel será el objeto de burla de todos los pueblos.

Deuteronomio 28:37

Serás motivo de horror y objeto de burla y de ridículo en todas las naciones a las que el Señor te conduzca.

Números 25:6

Mientras el pueblo lloraba a la entrada de la Tienda de reunión, un israelita trajo a una madianita y, en presencia de Moisés y de toda la comunidad israelita, tuvo el descaro de presentársela a su familia.

Isaías 22:12

En aquel día el Señor, el Señor de los Ejércitos, los llamó a llorar y a lamentarse, a raparse la cabeza y a usar ropa de luto.

Josué 7:9

Los cananeos se enterarán y llamarán a los pueblos de la región; entonces nos rodearán y nos exterminarán. ¡Qué será de tu gran prestigio para tu nombre!

Salmos 42:4

Recuerdo esto y me deshago en llanto: yo solía ir con la multitud y la conducía a la casa de Dios. Entre voces de alegría y acciones de gracias hacíamos gran celebración.

Salmos 42:11

¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!