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Referencias Cruzadas

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Jeremías 6:23

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Empuñan el arco y la lanza; son crueles y no tienen compasión. Lanzan gritos como bramidos del mar y cabalgan sobre sus corceles. ¡Vienen contra ti, hija de Sión, alineados para la batalla como un solo hombre!».

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21 Referencias Cruzadas  

Con sus arcos traspasarán a los jóvenes; no se apiadarán del fruto del vientre ni tendrán compasión de los niños.

Empuñan el arco y la lanza; son crueles y no tienen compasión. Lanzan gritos como bramidos del mar y cabalgan sobre sus corceles. ¡Vienen contra ti, hija de Babilonia, alineados para la batalla como un solo hombre!

Todos tus amantes te han olvidado; ya no se ocupan de ti. Por causa de tu enorme iniquidad, y por tus muchos pecados, te he golpeado como a un enemigo, te di un castigo cruel.

«Todos ellos son guerreros valientes; su aljaba es como un sepulcro abierto.

Ante el ruido de jinetes y arqueros huye toda la ciudad. Algunos se meten en los matorrales, otros trepan por los peñascos. Toda la ciudad queda abandonada; ¡no queda un solo habitante!

¡Mírenlo avanzar como las nubes! ¡Sus carros de guerra parecen un huracán! ¡Sus caballos son más veloces que las águilas! ¡Ay de nosotros! ¡Estamos perdidos!

Entregaré a los egipcios en manos de un amo cruel; un rey de mano dura los gobernará», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos.

El Señor levantará contra ti una nación muy lejana, cuyo idioma no podrás entender; vendrá de los confines de la tierra, veloz como un águila.

Hoy mismo se detendrá en Nob; agitará su puño contra el monte de la ciudad de Sión, el monte de Jerusalén.

¡Ay del rugido de muchas naciones! ¡Braman como brama el mar! ¡Ay del clamor de los pueblos! ¡Su estruendo es como el de aguas caudalosas!

«¡Prepárense para pelear contra ella! ¡Ataquémosla al mediodía! Pero ¡ay de nosotros, que el día se acaba porque se extienden las sombras del anochecer!

yo haré que vengan todos los pueblos del norte y también mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas, y los destruiré por completo: ¡los convertiré en objeto de horror, de burla y de eterna ruina!”, afirma el Señor.

Sobre ti derramaré mi ira, sobre ti soplaré el fuego de mi furor; te entregaré en manos de gente sanguinaria y destructora.

«Adviertan a las naciones, proclámenlo contra Jerusalén: “De lejanas tierras vienen sitiadores lanzando gritos de guerra contra las ciudades de Judá”.

Desde Dan se escucha el resoplar de sus caballos; cuando relinchan sus corceles, tiembla toda la tierra. Vienen a devorarse el país y todo lo que hay en él, la ciudad y todos sus habitantes.

Así dice el Señor de los Ejércitos: «La calamidad se extiende de nación en nación; una terrible tempestad se desata desde los confines de la tierra».

«¡Miren! Del norte viene un ejército; desde los confines de la tierra se moviliza una gran nación y muchos reyes.




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