Caerán muertos en Babilonia; serán traspasados en las calles.
Por eso, sus jóvenes quedarán tendidos en las calles; ¡perecerán todos sus soldados!», afirma el Señor de los Ejércitos.
Por eso en aquel día caerán sus jóvenes en las calles y perecerán todos sus soldados», afirma el Señor.
Al que atrapen lo traspasarán; el que caiga preso morirá a filo de espada.
¡Muerte a sus caballos y carros! ¡Muerte a todos sus mercenarios! ¡Que se vuelvan unos cobardes! ¡Muerte a sus tesoros! ¡Que sean saqueados!
Pero a ti, el sepulcro te ha vomitado como a un vástago repugnante. Los que murieron a filo de espada, los que bajaron al fondo de la fosa, te han cubierto por completo. ¡Pareces un cadáver pisoteado!
Aunque Babilonia suba hasta los cielos, y en lo alto fortifique su fortaleza, yo enviaré destructores contra ella», afirma el Señor.