Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Jeremías 51:13

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Tú, que habitas junto a muchas aguas y eres rica en tesoros, has llegado a tu fin, al final de tu existencia.

Ver Capítulo Copiar

24 Referencias Cruzadas  

Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas se me acercó y me dijo: «Ven y te mostraré el castigo de la gran prostituta que está sentada sobre muchas aguas.

Además el ángel me dijo: «Las aguas que has visto, donde está sentada la prostituta, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas.

Te daré los tesoros de las tinieblas y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre.

Por eso, así dice el Señor: «¡Mira! Voy a defender tu causa y llevaré a cabo tu venganza; voy a secar el agua de su mar y dejaré secos sus manantiales.

dijo a Noé: «He decidido acabar con toda la gente, pues por su causa la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra.

Se echaron polvo en la cabeza, llorando y lamentándose a gritos: «¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad con cuya opulencia se enriquecieron todos los dueños de flotas navieras! ¡En una sola hora ha quedado destruida!

Llevados por la avaricia, estos falsos maestros se aprovecharán de ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha.

Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.

y me preguntó: «¿Qué ves, Amós?». «Una canasta de fruta madura», respondí. Entonces el Señor me dijo: «Ha llegado el tiempo de que Israel caiga como fruta madura; no volveré a perdonarlo.

»Pues bien, esto es lo que significan esas palabras: »Mene: Dios ha contado los días de su reino y les ha puesto un límite.

A cada paso nos acechan; no podemos ya andar por las calles. Nuestro fin se acerca, nos ha llegado la hora; ¡nuestros días están contados!

¡Muerte a sus caballos y carros! ¡Muerte a todos sus mercenarios! ¡Que se vuelvan unos cobardes! ¡Muerte a sus tesoros! ¡Que sean saqueados!

«Estoy contra ti, nación arrogante», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos; «al fin ha llegado el día, el día de tu castigo.

¡Maten a todos sus novillos! ¡Llévenlos al matadero! ¡Ay de ellos, pues les ha llegado el día, el día de su castigo!

El que acapara riquezas injustas es como una perdiz que empolla huevos que no puso. En la mitad de la vida las perderá y al final se mostrará como un insensato.

Así dice el Señor, su Redentor, el Santo de Israel: «Por ustedes enviaré gente a Babilonia; abatiré a todos como fugitivos. En los barcos que eran su orgullo, abatiré a los babilonios.

Por causa de la perversa codicia de mi pueblo, me he enojado y lo he castigado; le he dado la espalda, pero él prefirió seguir sus obstinados caminos.

Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios