Se oye la voz de los fugitivos, de los que escaparon de Babilonia; vienen a anunciar en Sión la venganza del Señor nuestro Dios, la venganza por su Templo.
Volverán los rescatados del Señor y entrarán en Sión con cantos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los quejidos.
Hablen con ternura a Jerusalén y anúncienle que ya ha cumplido servicio obligatorio, que ya ha pagado por su iniquidad, que ya ha recibido de la mano del Señor el doble por todos sus pecados.
Por eso, escuchen el plan que el Señor ha diseñado contra Babilonia; escuchen lo que tiene planeado en contra del país de los babilonios: Serán arrastrados los más pequeños del rebaño; por causa de ellos, sus praderas quedarán asoladas.