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Referencias Cruzadas

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Jeremías 50:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

»En aquellos días, en aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá irá llorando en busca del Señor su Dios», afirma el Señor.

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32 Referencias Cruzadas  

Después ellos se arrepentirán y buscarán nuevamente al Señor su Dios y a David, su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.

El pueblo de Judá se reunirá con el pueblo de Israel y nombrarán un solo jefe; resurgirán en su país, porque grande será el día de Jezrel.

»Vienen días», afirma el Señor, «en que haré un nuevo pacto con Israel y con Judá.

Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré el Espíritu de gracia y de súplica. Entonces me mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán lamentación con duelo como por su hijo único. Llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.

«Ahora bien», afirma el Señor, «vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos».

»Por eso, así dice el Señor y Dios: Ahora haré que Jacob vuelva de la cautividad. Tendré compasión de todo el pueblo de Israel y celaré el prestigio de mi santo nombre.

»”En aquellos días y en aquel tiempo, haré que brote de David un Renuevo justo; él practicará la justicia y el derecho en el país.

¡Ya tengo planeado el día de la venganza! ¡El año de mi redención ha llegado!

Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano.

Desde ningún lugar de esta tierra tenebrosa les he hablado en secreto. Ni he dicho a los descendientes de Jacob: “Búsquenme en vano”. Yo, el Señor, digo lo que es justo y declaro lo que es recto.

En verdad, el Señor tendrá compasión de Jacob y elegirá de nuevo a Israel. Los asentará en su propio lugar. Los extranjeros se juntarán con ellos y se unirán a los descendientes de Jacob.

¡Busquen al Señor y su fuerza; anhelen siempre su rostro!

Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto y su alegría, en tristeza.

Desde Mizpa salió a su encuentro Ismael, hijo de Netanías; iba llorando y, cuando los encontró, dijo: —Vengan a ver a Guedalías, hijo de Ajicán.

Tú te acordarás de tu conducta pasada y te avergonzarás cuando acojas a tus hermanas, la mayor y la menor, para dártelas como hijas, aunque no participan de mi pacto contigo.

¡Vengan, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará.

si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.

El Señor rugirá como león y ellos lo seguirán. Cuando él lance su rugido, sus hijos vendrán temblando de occidente.




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