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Referencias Cruzadas

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Jeremías 5:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Señor, ¿acaso no buscan tus ojos la verdad? Golpeaste a esa gente y no les dolió, acabaste con ellos y no quisieron ser corregidos. Endurecieron su rostro más que una roca y no quisieron arrepentirse.

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45 Referencias Cruzadas  

Entonces dirás: “Esta es la nación que no ha obedecido la voz del Señor su Dios ni ha aceptado su corrección. La verdad ha muerto, ha sido arrancada de su boca.

«En vano castigo a tus hijos, pues rechazan mi corrección. Cual si fuera un león feroz, la espada de ustedes devoró a sus profetas.

Dije a la ciudad: “¡Ciertamente me temerás; aceptarás corrección!”. Entonces no sería destruida su morada, según todo lo que decreté contra ella. A pesar de todo, se empeñaron en corromper todas sus obras.

Pero el pueblo no volvió al que lo ha castigado; no ha buscado al Señor de los Ejércitos.

El Señor recorre con su mirada toda la tierra y está listo para ayudar a quienes le son fieles. De ahora en adelante tendrás guerras, pues actuaste como un necio».

Por eso él derramó sobre ellos su ardiente ira y el furor de la guerra. Los envolvió en llamas, pero no comprendieron; los consumió, pero no lo tomaron en serio.

Después de todo, nuestros padres humanos nos disciplinaban y los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus y viviremos?

Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la verdad.

»”Jerusalén, yo he querido purificarte de tu infame lujuria, pero no has dejado que te purifique. Por eso, no quedarás limpia hasta que se apacigüe mi ira contra ti.

Tus proyectos son grandiosos y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace la humanidad para dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones.

«Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: “Como esta ciudad y todos sus pueblos vecinos se han obstinado en desobedecer mis palabras, voy a mandarles toda la calamidad que había prometido”».

Con todo, no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que se obstinaron y fueron peores que sus antepasados”.

Porque yo sabía que eres muy obstinado; que tu cuello es un tendón de hierro y que tu frente es de bronce.

Aunque al necio lo muelas, lo remuelas y lo machaques como al grano, no le quitarás la necedad.

Y dirás: «Me han herido, pero no me duele. Me han golpeado, pero no lo siento. ¿Cuándo despertaré de este sueño para ir a buscar otro trago?».

Los ojos del Señor protegen el saber, pero desbaratan las palabras del traidor.

El malvado es inflexible en sus decisiones; el justo examina su propia conducta.

Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.

Y a pesar de encontrarse tan presionado, el rey Acaz se empecinó en su rebelión contra el Señor.

»Si a pesar de todo esto no aceptan mi disciplina, sino que continúan oponiéndose a mí,

Por tercera vez el rey envió a un capitán con otros cincuenta soldados. Cuando este llegó hasta donde estaba Elías, se puso de rodillas delante de él y le imploró: —Hombre de Dios, le ruego que respete mi vida y la de estos cincuenta servidores suyos.

¿Por qué entonces este pueblo se ha desviado? ¿Por qué persiste Jerusalén en su apostasía? Se aferran al engaño y no quieren volver a mí.

«Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: “Ve y dile a toda la gente de Judá y Jerusalén: ¿No pueden aprender esta lección y obedecer mis palabras?”, afirma el Señor.

Te estoy enviando a un pueblo obstinado y terco, al que deberás advertirle: “Así dice el Señor y Dios”.

»”Señor y Dios nuestro, todo este desastre nos ha sobrevenido, tal y como está escrito en la Ley de Moisés, y ni aun así hemos buscado tu favor. No nos hemos apartado de nuestros pecados ni hemos prestado atención a tu verdad.

«Yo les hice pasar hambre en todas sus ciudades y los privé de pan en todos sus poblados. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.

A la mañana siguiente, la mayor dijo a la menor: —Mira, anoche me acosté con mi padre. Vamos a emborracharlo de nuevo esta noche y ahora tú te acostarás con él; y así por medio de él tendremos descendencia.

Con todo, Jeroboán no cambió su mala conducta, sino que una vez más puso como sacerdotes para los altares paganos a toda clase de gente. A cualquiera que deseaba ser sacerdote de esos altares, él lo consagraba como tal.

Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.

Levantan la mano contra sus amigos y no cumplen sus compromisos.

Levantada está, Señor, tu mano, pero ellos no la ven. ¡Que vean tu celo por el pueblo y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!

Por eso se demoraron las lluvias y no llegaron los aguaceros de primavera. Tienes el descaro de una prostituta; ¡no conoces la vergüenza!

Te arrojaré al viento con el rastrillo en las puertas de la ciudad. A ti te dejaré sin hijos y a mi pueblo lo destruiré, porque no cambió su conducta.

Pero ellos no me prestaron atención ni me obedecieron, sino que se obstinaron y no quisieron escuchar ni recibir corrección.

Sin embargo, hasta el día de hoy no se han humillado ni han sentido temor; no se han comportado según mi Ley y mis estatutos, que les di a ustedes y a sus antepasados”.

Vagando de ciudad en ciudad, iba la gente en busca de agua, pero no calmaba su sed. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.

«Castigué sus campos con plagas y pestes; la langosta devoró sus huertos y viñedos, sus higueras y olivares. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.

«Les mandé plagas como lo hice en Egipto. Maté a sus mejores jóvenes por la espada, junto con los caballos capturados. Hice que llegara hasta sus propias narices el hedor de los campamentos. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.

«Envié una destrucción como la de Sodoma y Gomorra; eran como brazas, tizones rescatados del fuego. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.




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