Yo tendré compasión de ustedes, y él también, y les permitirá volver a su tierra”».
Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia.
Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor de este hombre». En aquel tiempo yo era copero del rey.