mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia. Se lo confiaron a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán, para que lo llevaran de vuelta a su casa. Así Jeremías se quedó a vivir en medio del pueblo.
Entonces el rey Asá movilizó a todo Judá y se llevó de Ramá las piedras y la madera con que había estado fortificando aquella ciudad y fortificó más bien Gueba y Mizpa.
En el mes séptimo, Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisama, de estirpe real y que había sido uno de los oficiales del rey, vino a Mizpa con diez hombres y se presentó ante Guedalías, hijo de Ajicán. Y ahí en Mizpa, mientras comían juntos,