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Referencias Cruzadas

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Jeremías 4:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Habitantes de Judá y de Jerusalén, circunciden sus corazones: circuncídense para honrar al Señor, no sea que por la maldad de sus obras mi furor se encienda como el fuego y arda sin que nadie pueda apagarlo.

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36 Referencias Cruzadas  

Por eso, circunciden sus corazones y ya no sean tercos.

Además, en él fueron circuncidados, no por mano humana, sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta circuncisión la efectuó Cristo.

El Señor tu Dios circuncidará tu corazón y el de tus descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma y así tengas vida.

castigaré a Egipto, Judá, Edom, Amón, Moab; también, a todos los que viven en el desierto y se rapan las sienes. Todas las naciones son incircuncisas, pero el pueblo de Israel es incircunciso de corazón».

Adviértele a la dinastía de David que así dice el Señor: »“Hagan justicia cada mañana y libren al explotado del poder del opresor. No sea que mi ira se encienda como un fuego y arda sin que nadie pueda extinguirla, a causa de la maldad de sus acciones.

¡Busquen al Señor y vivirán!, no sea que él caiga como fuego sobre los descendientes de José, fuego que devore a Betel sin que haya quien lo apague.

antes que se cumpla lo que he determinado y el día pase como paja arrastrada por el viento; antes que caiga sobre ustedes la ira ardiente del Señor; antes que venga sobre ustedes el día de la ira del Señor.

Yo, el Señor y Dios, les aseguro que, tan cierto como que yo vivo, reinaré sobre ustedes con gran despliegue de fuerza, poder y furia incontenible.

»”Jerusalén, yo he querido purificarte de tu infame lujuria, pero no has dejado que te purifique. Por eso, no quedarás limpia hasta que se apacigüe mi ira contra ti.

El Señor dio rienda suelta a su enojo; dejó correr el ardor de su ira. Prendió fuego a Sión y la consumió hasta sus cimientos.

Sobre la roca desnuda he vertido su sangre, para que no quede cubierta. Así haré que se encienda mi ira y daré lugar a mi venganza.

Te juzgaré como a una adúltera y homicida; derramaré sobre ti mi ira y mi celo.

Por eso, voy a actuar con furor. No les tendré piedad ni compasión. Por más que me imploren a gritos, ¡no los escucharé!».

Quien esté lejos perecerá por la plaga y quien esté cerca morirá a filo de espada; el que quede con vida se morirá de hambre’. Así descargaré sobre ellos toda mi ira.

¡A lo mejor su súplica llega a la presencia del Señor y cada uno se convierte de su mal camino! ¡Ciertamente son terribles la ira y el furor con que el Señor ha amenazado a este pueblo!».

La tempestad del Señor se ha desatado con furor; un torbellino se cierne amenazante sobre la cabeza de los malvados.

Yo mismo pelearé contra ustedes. Con gran despliegue de poder, con ira, furor y gran enojo,

¡Despierta, Jerusalén, despierta! Levántate, tú, que de la mano del Señor has bebido la copa de su furia; tú, que has bebido hasta el fondo la copa que entorpece a los hombres.

entonces yo también en mi ira me opondré a ustedes. Siete veces los castigaré por sus pecados,

También yo golpearé mano contra mano y aplacaré mi furor. Yo, el Señor, lo he dicho”».

Arrojen de una vez por todas las maldades que cometieron contra mí y adquieran un corazón y un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel?

Se ha encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo de los dominios de la muerte. Devorará la tierra y sus cosechas, y consumirá la raíz de las montañas.

La circuncisión tiene valor si observas la Ley; pero si la quebrantas, vienes a ser como un incircunciso.

que me obligaron a enviarlos al país de sus enemigos— y abandonan su terquedad, se humillan y reconocen su pecado,

La Luz de Israel se convertirá en fuego; su Santo se volverá una llama. En un solo día quemará sus espinos y consumirá sus zarzas.

Porque Tofet está preparada desde hace tiempo; está dispuesta incluso para el rey. Se ha hecho una pira de fuego profunda y ancha, con abundancia de fuego y leña; el soplo del Señor la encenderá como un torrente de azufre ardiente.

«Vienen días —afirma el Señor—, en que castigaré al que haya sido circuncidado solo del prepucio:

Cuando el Señor ya no pudo soportar más las malas acciones y las cosas abominables que ustedes hacían, su país se convirtió en objeto de maldición, en un lugar desértico, desolado y sin habitantes, tal como está hoy.

Ustedes dejaron entrar en mi santuario a extranjeros, incircuncisos de corazón y de cuerpo, para que profanaran mi Templo. Mientras tanto, ustedes me ofrecían alimentos, grasa y sangre, violando así mi pacto con todas sus abominaciones.

Ellos me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses y con todos sus ídolos han provocado mi ira. Por eso arde mi ira contra este lugar y no se apagará’.

Haré que sirvas a tus enemigos en una tierra que no conoces, porque mi ira encenderá un fuego que arderá contra ustedes».




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