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Referencias Cruzadas

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Jeremías 39:8

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Los babilonios prendieron fuego al palacio real, a las casas del pueblo y derribaron los muros de Jerusalén.

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25 Referencias Cruzadas  

Ellos me respondieron: «Los que se libraron del destierro y se quedaron en la provincia están enfrentando una gran calamidad y humillación. La muralla de Jerusalén sigue derribada, con sus puertas consumidas por el fuego».

Pero, si no se rinde ante los oficiales del rey de Babilonia, la ciudad caerá bajo el poder de los babilonios, será incendiada y usted no tendrá escapatoria”.

Porque he decidido hacer el mal a esta ciudad y no el bien”, afirma el Señor. “Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego”.

Por lo tanto, por culpa de ustedes Sión será como un campo arado; Jerusalén quedará en ruinas y el monte del Templo se volverá un matorral.

Por eso yo enviaré fuego sobre Judá que consumirá las fortalezas de Jerusalén».

El Señor ha rechazado su altar; ha abandonado su santuario. Ha puesto en manos del enemigo las murallas de sus palacios. ¡Lanzan gritos en la casa del Señor como en día de fiesta!

Sin compasión el Señor ha devorado todas las moradas de Jacob; en su furor ha derribado los baluartes de la hija de Judá y ha puesto su honra por los suelos, al humillar al reino y a sus príncipes.

El enemigo se adueñó de todos sus tesoros. Ella vio naciones paganas entrar en su santuario, a las que tú prohibiste entrar en tu asamblea.

Y aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio, y solo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, estos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».

Voy a dar una orden —afirma el Señor—, y los haré volver a esta ciudad. La atacarán y, luego de tomarla, la incendiarán. Dejaré a las ciudades de Judá en total ruina, sin habitantes».

«Así dice el Señor, el Dios de Israel: “Ve y adviértele a Sedequías, rey de Judá, que así dice el Señor: ‘Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, quien la incendiará.

Pero si no obedecen en consagrar el día sábado y permiten que entren cargas por las puertas de Jerusalén en sábado, entonces prenderé fuego a sus puertas que no podrá ser apagado y que consumirá los palacios de Jerusalén’ ”».

»Por eso, así dice el Señor y Dios: “Descargaré mi enojo y mi furor sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y los frutos de la tierra. Entonces, arderá mi enojo y no se apagará”.

El Señor de los Ejércitos me ha dicho al oído: «Ciertamente muchas casas quedarán devastadas y no habrá quien habite las grandes mansiones.

Incendiaron el Templo de Dios, derribaron los muros de Jerusalén, prendieron fuego a sus palacios y destruyeron todos los objetos de valor que allí había.

A los siete días del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su ministro Nabuzaradán, que era el comandante de la guardia, fue a Jerusalén

Porque a Jacob se lo han devorado y al país lo han dejado en ruinas.

Los babilonios que ataquen esta ciudad entrarán en ella y le prenderán fuego, así como a las casas en cuyas azoteas se quemaba incienso a Baal y donde para provocar mi ira se derramaban ofrendas líquidas a otros dioses.

Incendiarán tus casas y en presencia de muchas mujeres ejecutarán la sentencia contra ti. Yo pondré fin a tu prostitución; ya no volverás a pagarles a tus amantes.

¡Que la multitud las apedree y las despedace con la espada! ¡Que maten a sus hijos y a sus hijas, y prendan fuego a sus casas!

El día quinto del mes décimo del año duodécimo de nuestro exilio, un fugitivo que había huido de Jerusalén vino y me dio esta noticia: «La ciudad ha sido conquistada».

«Suban por los surcos de esta viña y arrásenla, pero no acaben con ella. Arránquenle sus ramas, porque no son del Señor.




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