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Referencias Cruzadas

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Jeremías 30:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Pregunten y vean si acaso los varones dan a luz. ¿Por qué, pues, veo a todos los hombres con las manos sobre el vientre, como mujeres con dolores de parto? ¿Por qué han palidecido todos los rostros?

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19 Referencias Cruzadas  

¡Destrucción, ruina, devastación! Desfallecen los corazones, tiemblan las rodillas, se estremecen los cuerpos, palidecen los rostros.

Ante él se estremecen las naciones; todo rostro palidece.

Oigo el grito como de parturienta, quejidos como de primeriza. Es el grito de la hija de Sión, que respira con dificultad; que extiende los brazos y dice: «¡Ay de mí, que desfallezco! ¡Estoy en manos de asesinos!».

Por eso mi cuerpo se estremece de angustia, sufro de agudos dolores, como los de una parturienta; lo que oigo, me aturde; lo que veo, me desconcierta.

Cuando la gente esté diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como llegan los dolores de parto a la mujer embarazada. De ninguna manera podrán escapar.

Llegan los dolores de parto, pero él es una criatura necia: cuando llega la hora del parto, no se acomoda para salir.

Tú, que habitas en el Líbano, que has puesto tu nido entre los cedros, ¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores, dolores como de parturienta!

Nos ha llegado la noticia y nuestras manos flaquean; la angustia nos domina, como si tuviéramos dolores de parto.

Allí el miedo se apoderó de ellos y un dolor de parturienta les sobrevino.

el rostro le palideció del susto, las rodillas comenzaron a temblarle y apenas podía sostenerse.

El rey de Babilonia ha escuchado la noticia, sus manos flaquean; la angustia le domina como si tuviera dolores de parto.

Damasco desfallece; trató de huir, pero la dominó el pánico. Se halla presa de la angustia y el dolor, como si estuviera de parto.

Por eso, el Señor, el redentor de Abraham, dice así a los descendientes de Jacob: «Jacob ya no será avergonzado ni palidecerá su rostro.

¿Qué dirás cuando el Señor te imponga como jefes a los que tú mismo enseñaste a ser tus aliados predilectos? ¿No tendrás dolores como de mujer de parto?

Sus ciudades serán capturadas y conquistadas sus fortalezas. En aquel día, el corazón de los guerreros de Moab será como el de una parturienta.

Remonta vuelo el enemigo, se desliza como un águila, extiende sus alas sobre Bosra. En aquel día se angustiarán los valientes de Edom, como se angustia una mujer de parto.




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