¡Ay del que dice: “Me edificaré un gran palacio, con habitaciones amplias en el piso superior”! Y le abre grandes ventanas, y la recubre de cedro y la pinta de rojo.
Entonces el rey dijo al profeta Natán: —Como puedes ver, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios se encuentra bajo el toldo de una tienda.
Edom dice: «Aunque nos han hecho pedazos, reconstruiremos las ruinas». Pero el Señor de los Ejércitos dice: «Ustedes podrán reconstruir, pero yo derribaré. Serán llamados territorio malvado, pueblo que estará siempre bajo la ira del Señor.
El Señor y Dios ha jurado por sí mismo; el Señor Dios de los Ejércitos afirma: «Yo detesto la arrogancia de Jacob; yo aborrezco sus fortalezas. Por eso entregaré la ciudad al enemigo, con todo lo que hay en ella».