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Referencias Cruzadas

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Jeremías 21:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Adviértele a la dinastía de David que así dice el Señor: »“Hagan justicia cada mañana y libren al explotado del poder del opresor. No sea que mi ira se encienda como un fuego y arda sin que nadie pueda extinguirla, a causa de la maldad de sus acciones.

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46 Referencias Cruzadas  

¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!».

Habitantes de Judá y de Jerusalén, circunciden sus corazones: circuncídense para honrar al Señor, no sea que por la maldad de sus obras mi furor se encienda como el fuego y arda sin que nadie pueda apagarlo.

El hombre fuerte se convertirá en estopa y su trabajo, en chispa; arderán los dos juntos y no habrá quien los apague».

Pero el Señor que está en ella es justo y no comete iniquidad. Cada mañana imparte su justicia y no deja de hacerlo cada nuevo día, pero el inicuo no conoce la vergüenza.

¿Quién podrá resistir su indignación? ¿Quién podrá soportar el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas.

¡A lo mejor su súplica llega a la presencia del Señor y cada uno se convierte de su mal camino! ¡Ciertamente son terribles la ira y el furor con que el Señor ha amenazado a este pueblo!».

Por tu culpa perderás la herencia que yo te había dado. Te haré esclava de tus enemigos, en un país para ti desconocido, porque has encendido mi ira, la cual se mantendrá ardiendo para siempre».

»Por eso, así dice el Señor y Dios: “Descargaré mi enojo y mi furor sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y los frutos de la tierra. Entonces, arderá mi enojo y no se apagará”.

gordos y elegantes. Sus obras de maldad no tienen límite: no hacen justicia al huérfano, para que su causa prospere; ni defienden tampoco el derecho de los menesterosos.

pues está al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces debes tener miedo. No en vano lleva la espada, pues está al servicio de Dios para impartir justicia y castigar al malhechor.

Nos envió un poderoso Salvador en la casa de David su siervo

Por eso derramaré mi ira sobre ellos; los consumiré con el fuego de mi ira y haré recaer sobre ellos todo el mal que han hecho, afirma el Señor y Dios».

El Señor dio rienda suelta a su enojo; dejó correr el ardor de su ira. Prendió fuego a Sión y la consumió hasta sus cimientos.

La tempestad del Señor se ha desatado con furor; un torbellino se cierne amenazante sobre la cabeza de los malvados.

Por eso, así dice el Señor, el Dios de los Ejércitos: «Por cuanto el pueblo ha hablado de esa forma, mis palabras serán como fuego en tu boca, y este pueblo, como un montón de leña. Ese fuego los consumirá.

Entonces Isaías dijo: «¡Escuchen ahora ustedes, los de la dinastía de David! ¿No les basta con agotar la paciencia de los hombres, que hacen lo mismo con mi Dios?

En el palacio de David se recibió la noticia de que Aram se había aliado con Efraín. Entonces se estremeció el corazón de Acaz y el de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque.

Cada mañana reduciré al silencio a todos los malvados que hay en la tierra; exterminaré de la ciudad del Señor a todos los malhechores.

No los podrán librar ni su plata ni su oro en el día de la ira del Señor. »En el fuego de su celo será toda la tierra consumida; en un instante reducirá a la nada a todos los habitantes de la tierra».

«Vienen días», afirma el Señor, «en que de la simiente de David haré surgir un Renuevo justo; él reinará con sabiduría en la tierra, y practicará el derecho y la justicia.

Yo mismo pelearé contra ustedes. Con gran despliegue de poder, con ira, furor y gran enojo,

A los malvados les rompí las mandíbulas; ¡de sus dientes les arrebaté la presa!

David reinó sobre todo Israel, gobernando al pueblo entero con justicia y rectitud.

Se ha encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo de los dominios de la muerte. Devorará la tierra y sus cosechas, y consumirá la raíz de las montañas.

entonces yo también en mi ira me opondré a ustedes. Siete veces los castigaré por sus pecados,

Al día siguiente, Moisés ocupó su lugar como juez del pueblo, y los israelitas estuvieron de pie ante Moisés desde la mañana hasta la noche.

Si realmente corrigen su conducta y sus acciones, si realmente practican la justicia los unos con los otros,

Por eso, así dice el Señor, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Ustedes han dispersado a mis ovejas; las han expulsado y no se han encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigarlos a ustedes por sus malas acciones», afirma el Señor.

Cuando el Señor ya no pudo soportar más las malas acciones y las cosas abominables que ustedes hacían, su país se convirtió en objeto de maldición, en un lugar desértico, desolado y sin habitantes, tal como está hoy.




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