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Referencias Cruzadas

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Jeremías 20:18

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¿Por qué tuve que salir del vientre solo para ver problemas y aflicción y para terminar mis días en vergüenza?

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27 Referencias Cruzadas  

»¿Por qué permite Dios que los sufridos vean la luz? ¿Por qué se les da vida a los amargados?

Yo soy aquel que ha sufrido la aflicción bajo la vara de su ira.

»Pocos son los días y muchos los problemas, que vive el hombre nacido de mujer.

Tú bien sabes cómo me insultan, me avergüenzan y denigran; sabes quiénes son mis adversarios.

Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó,

Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles.

Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.

Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado.

Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.

Les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.

«Fíjense ustedes, los que pasan por el camino: ¿Acaso no les importa? Miren si hay un sufrimiento comparable al mío, como el que el Señor me ha hecho padecer, como el que el Señor lanzó sobre mí en el día de su furor.

La aflicción me abruma; mi corazón desfallece.

»Escúchenme, ustedes que conocen lo que es recto; pueblo que lleva mi Ley en su corazón: No teman el reproche de los hombres ni se desalienten por sus insultos,

Desde la planta del pie hasta la coronilla no les queda nada sano: todo en ellos es heridas, moretones y llagas abiertas, que no les han sido curadas, ni vendadas, ni aliviadas con aceite.

»¡Si al menos me ocultaras en el sepulcro y me escondieras hasta que pase tu enojo! ¡Si al menos me pusieras un plazo allí y luego me recordaras!

con todo, el hombre nace para sufrir, tan cierto como que las chispas vuelan.

Pues mis días se desvanecen como el humo; los huesos me arden como brasas.

¡Acostémonos en nuestra vergüenza y que nos cubra nuestra desgracia! ¡Nosotros y nuestros antepasados hemos pecado contra el Señor nuestro Dios! Desde nuestra juventud y hasta el día de hoy, no hemos obedecido al Señor nuestro Dios».

¡Ay de mí, madre mía, que me diste a luz como hombre de contiendas y disputas contra toda la nación! No he prestado ni me han prestado, pero todos me maldicen.

¿Por qué me haces presenciar tanta iniquidad? ¿Por qué toleras la maldad? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas.

y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto de retama y se sentó a su sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados».

¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un arroyo engañoso, de aguas no confiables?




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