Israel estaba consagrado al Señor, era las primicias de su cosecha; todo el que comía de él sufría las consecuencias, les sobrevenía la calamidad”», afirma el Señor.
Estos no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron redimidos como los primeros frutos de la humanidad para Dios y el Cordero.
»Porque así dice el Señor de los Ejércitos, cuya gloria fui enviado a buscar entre las naciones que los despojaron a ustedes: “La nación que toca a mi pueblo, toca la niña de mis ojos.
Todos los que lo encuentran lo devoran. “No somos culpables —decían sus enemigos—, porque ellos pecaron contra el Señor; ¡él es pastizal de justicia, esperanza de sus antepasados!”.
Pero ustedes son descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Así dice el Señor: «En cuanto a todos los vecinos malvados que tocaron la heredad que di a mi pueblo Israel, los arrancaré de sus tierras y a la tribu de Judá la quitaré de en medio de ellos.
Saluden igualmente a la iglesia que se reúne en la casa de ellos. Saluden a mi querido hermano Epeneto, el primer convertido a Cristo en la provincia de Asia.
»”Pero, todos los que te devoren serán devorados; todos tus enemigos serán deportados. Todos los que te saqueen serán saqueados; todos los que te despojen serán despojados.
Yo estaba enojado con mi pueblo; por eso profané mi heredad. Los entregué en tu mano y no les tuviste compasión. Pusiste sobre los ancianos un yugo muy pesado.
El Señor ha declarado que te pondrá por encima de todas las naciones que ha formado, para que seas alabado y recibas fama y honra. Serás una nación consagrada al Señor tu Dios.
»La fiesta de la cosecha la celebrarás cuando recojas las primicias de tus siembras. »La fiesta de recolección de fin de año la celebrarás cuando recojas tus cosechas.
¡Ay de los que viven tranquilos en Sión y de los que viven confiados en el monte de Samaria! ¡Ay de los notables de la nación más importante, a quienes acude el pueblo de Israel!