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Referencias Cruzadas

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Jeremías 2:27

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

A un trozo de madera le dicen: “Tú eres mi padre”, y a una piedra le repiten: “Tú me has dado a luz”. Me han vuelto la espalda; no quieren darme la cara. Pero les llega la desgracia y me dicen: “¡Levántate y sálvanos!”.

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23 Referencias Cruzadas  

Señor, en la angustia te buscaron; apenas lograban susurrar una oración cuando tú los corregías.

No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en mi contra.

Volveré luego a mi morada hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con sinceridad».

»Por eso, así dice el Señor y Dios: Por cuanto me has olvidado y me has dado la espalda, sufrirás las consecuencias de tu lujuria y de tus prostituciones».

Y me llevó al atrio interior del Templo. A la entrada del Templo, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres que estaban mirando hacia el oriente y adoraban al sol, de espaldas al Templo del Señor.

Ellos no me miraron de frente, sino que me dieron la espalda. Y aunque una y otra vez les enseñaba, no escuchaban ni aceptaban corrección.

Tú, que habitas en el Líbano, que has puesto tu nido entre los cedros, ¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores, dolores como de parturienta!

Como un viento del este, los esparciré delante del enemigo. En el día de su calamidad les daré la espalda y no la cara».

Todos son necios e insensatos, educados por inútiles ídolos de palo.

¡Asna salvaje acostumbrada al desierto! Cuando ardes en deseos, olfateas el viento; cuando estás en celo, no hay quien te detenga. Ningún macho que te busque tiene que fatigarse: cuando estás en celo, fácilmente te encuentra.

Como Israel no tuvo ningún reparo en prostituirse, contaminó la tierra y cometió adulterio al adorar ídolos de piedra y de madera.

¡Ay! Será un día terrible, un día sin comparación. Será un tiempo de angustia para Jacob, pero será librado de ella.

No obstante, el rey Sedequías envió a Jucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maseías, a decirle al profeta Jeremías: «Ora por nosotros al Señor nuestro Dios».

»”Señor, tuya es la justicia y nuestra es la vergüenza. Sí, nosotros, pueblo de Judá, habitantes de Jerusalén y de todo Israel, tanto los que vivimos cerca como los que se hallan lejos, en todos los países por los que nos has dispersado por haberte sido infieles.

Mi pueblo consulta a su ídolo de madera y ese pedazo de palo le responde. Un espíritu de prostitución los descarría; se prostituyen en abierto desafío a su Dios.

Es un hecho que nuestros antepasados se rebelaron e hicieron lo que ofende al Señor nuestro Dios y que lo abandonaron. Es también un hecho que le dieron la espalda al Señor y que despreciaron el lugar donde él habita.

y dijeron al profeta Jeremías: —Por favor, atiende a nuestra súplica y ruega al Señor tu Dios por todo este remanente. Como podrás darte cuenta, antes éramos muchos, pero ahora quedamos solo unos cuantos.




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