Montañas, escuchen el pleito del Señor; presten atención, firmes cimientos de la tierra. Porque el Señor tiene un pleito contra su pueblo, presenta una acusación contra Israel:
Escucha, tierra: Traigo sobre este pueblo una desgracia, fruto de sus maquinaciones, porque no prestaron atención a mis palabras, sino que rechazaron mi Ley.