Así cumpliré el juramento que hice a sus antepasados de darles una tierra donde abundan la leche y la miel, la cual ustedes tienen hoy”». Yo respondí: «Amén, Señor».
Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que se levanten las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos desata la lluvia y saca de sus depósitos al viento.
y adviérteles que así dice el Señor de los Ejércitos: “Voy a romper a esta nación y a esta ciudad como quien rompe un cántaro de alfarero que ya no se puede reparar; y a falta de otro lugar, enterrarán a sus muertos en Tofet.
Todas las casas de Jerusalén y todos los palacios de los reyes de Judá; es decir, todas esas casas en cuyas azoteas se quemó incienso a todo el ejército del cielo y donde se derramaron ofrendas líquidas a otros dioses, quedarán tan impuras como quedó Tofet”».