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Referencias Cruzadas

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Jeremías 18:18

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Ellos dijeron: «Vengan, tramemos un plan contra Jeremías. Porque no faltará la Ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de nada de lo que diga».

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37 Referencias Cruzadas  

Tu lengua, como navaja afilada, trama destrucción y practica el engaño.

»Los labios de un sacerdote atesoran sabiduría y de su boca el pueblo busca instrucción, porque es mensajero del Señor de los Ejércitos.

Pero yo era como un manso cordero que es llevado al matadero; no sabía lo que estaban maquinando contra mí y que decían: «Destruyamos el árbol con su fruto, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, para que nadie recuerde más su nombre».

Y ahora habla con los habitantes de Judá y de Jerusalén y adviérteles que así dice el Señor: “Estoy preparando una calamidad contra ustedes y elaborando un plan en su contra. ¡Vuélvanse ya de su mal camino; enmienden su conducta y sus acciones!”.

Aunque tramen hacerte daño y maquinen perversidades, no se saldrán con la suya.

Azarías, hijo de Osaías, Johanán, hijo de Carea, y todos los arrogantes respondieron a Jeremías: «¡Lo que dices es una mentira! El Señor, nuestro Dios, no te mandó a decirnos que no vayamos a vivir a Egipto.

En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.

Afilan su lengua como espada y lanzan como flechas palabras ponzoñosas.

Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.

Nunca preguntaron los sacerdotes: “¿Dónde está el Señor?”. Los que se ocupaban de la Ley jamás me conocieron; los pastores se rebelaron contra mí, profetizaron en nombre de Baal y se fueron tras dioses que para nada sirven.

El canalla recurre a artimañas malignas y trama designios infames; destruye a los pobres con mentiras, aunque el necesitado reclama justicia.

Él atrapa a los sabios en su propia astucia, y desbarata los planes de los malvados.

Al oír esto, Sedequías, hijo de Quenaná, se levantó y le dio una bofetada a Micaías. —¿Por dónde se fue el espíritu del Señor cuando salió de mí para hablarte? —preguntó.

Absalón y todos los israelitas dijeron: —El plan de Husay, el arquita, es mejor que el de Ajitofel. Esto sucedió porque el Señor había determinado hacer fracasar el consejo de Ajitofel, aunque era el más acertado, y de ese modo llevar a Absalón a la ruina.

En eso informaron a David que Ajitofel se había unido a la conspiración de Absalón. Entonces David oró: «Señor, te ruego que fracasen los planes de Ajitofel».

y puedan también enseñar a los israelitas todos los estatutos que el Señor les ha dado a conocer por medio de Moisés».

Algunos fariseos que estaban con él, al oírlo hablar así, le preguntaron: —¿Qué? ¿Acaso también nosotros somos ciegos?

Allí los sacerdotes y los profetas dijeron a los oficiales y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser condenado a muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, tal como ustedes lo han escuchado con sus propios oídos».

Uno de los expertos en la Ley le respondió: —Maestro, al hablar así nos insultas también a nosotros.

Al contrario, seguiremos haciendo lo que ya hemos dicho: Ofreceremos incienso y ofrendas líquidas a la Reina del Cielo, como lo hemos hecho nosotros, y como antes lo hicieron nuestros antepasados, nuestros reyes y nuestros oficiales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. En aquel tiempo teníamos comida en abundancia, nos iba muy bien y no sufríamos ninguna calamidad.

»”¿Cómo se atreven a decir: ‘Somos sabios; la Ley del Señor nos apoya’, si la pluma engañosa de los escribas la ha falsificado?

¡Señor, préstame atención! ¡Escucha a los que me acusan!

Escucho a muchos decir con sorna: «¡Hay terror por todas partes!». Y hasta agregan: «¡Denúncienlo! ¡Vamos a denunciarlo!». Aun mis mejores amigos esperan que tropiece. También dicen: «Quizá lo podamos seducir. Entonces lo venceremos y nos vengaremos de él».

Pero al llegar a la puerta de Benjamín, un capitán de la guardia llamado Irías, hijo de Selemías y nieto de Jananías, detuvo al profeta Jeremías y lo acusó: —¡Estás por pasarte a los babilonios!

Una tras otra vendrán las desgracias, al igual que las malas noticias. Del profeta demandarán visiones; la instrucción se alejará del sacerdote y a los ancianos del pueblo no les quedarán consejos.

Pero ellos conspiraron contra Zacarías, hijo de Joyadá; entonces, por orden del rey, lo mataron a pedradas en el atrio del Templo del Señor.

Pelearán contra ti, pero no podrán vencerte porque yo estoy contigo para librarte», afirma el Señor.

«No le haremos caso al mensaje que nos diste en el nombre del Señor.

tú sabes que todo el día mis enemigos murmuran y se confabulan contra mí.

Por tanto, tendrán noches sin visiones, oscuridad sin adivinaciones». El sol se ocultará de estos profetas; el día se les volverá tinieblas.

Los videntes quedarán en vergüenza; los adivinos serán humillados. Cubrirán sus rostros, pues no habrá respuesta de Dios.




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