Aun las ciervas en el campo abandonan a sus crías por falta de pastos.
La voz del Señor retuerce los robles y deja desnudos los bosques; en su Templo todos gritan: «¡Gloria!».
Se han secado las aguas de Nimrín; se ha marchitado la hierba. Ya no hay vegetación, no ha quedado nada verde.
»Neftalí es una gacela libre, que tiene hermosos cervatillos.
¡Cómo brama el ganado! Vagan sin rumbo las vacas porque no tienen donde pastar y sufren también las ovejas.