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Referencias Cruzadas

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Jeremías 11:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

que yo mismo ordené a los antepasados de ustedes el día que los hice salir de Egipto, de ese horno donde se funde el hierro”. Les dije: “Obedézcanme y cumplan con todos mis mandamientos; entonces ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.

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39 Referencias Cruzadas  

Pero a ustedes el Señor los tomó y los sacó de Egipto, de ese horno donde se funde el hierro, para que fueran el pueblo de su propiedad, como lo son ahora.

Caminaré entre ustedes. Yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo.

¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo».

Los haré volver para que vivan en Jerusalén; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, en la verdad y en la justicia”.

Les daré un corazón para que me conozcan, pues yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.

pues Israel es tu pueblo y tu heredad; ¡tú lo sacaste de aquel horno donde se funde el hierro que es Egipto!

Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo responderé. Yo diré: “Ellos son mi pueblo”. Ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.

Ya no se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus iniquidades ni actos abominables. Yo los libraré y los purificaré de todas sus infidelidades. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.

Vivirán en la tierra que di a sus antepasados; ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.

para que el pueblo de Israel ya no se aparte de mí ni vuelva a mancharse con sus pecados. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, afirma el Señor y Dios».

para que cumplan mis estatutos y pongan en práctica mis leyes. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

“Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios”».

Así que enmienden ya su conducta y sus acciones; obedezcan al Señor su Dios y el Señor cambiará de parecer del mal que ha anunciado.

bendición, si obedecen los mandamientos que yo, el Señor su Dios, hoy les mando obedecer;

»Si se conducen según mis estatutos y obedecen fielmente mis mandamientos,

A ti y a tu descendencia daré, en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora vives como extranjero. Y yo seré su Dios.

Al ser así perfeccionado, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen

enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

Si ustedes se esmeran en obedecer al Señor su Dios, los que están lejos vendrán para ayudar en la reconstrucción del Templo del Señor. Así sabrán que el Señor de los Ejércitos me ha enviado a ustedes».

Habitaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Por eso, así dice el Señor: Voy a entregar esta ciudad en manos de los babilonios y de Nabucodonosor, su rey, y él la tomará.

¡Mira! Te he refinado, pero no como a la plata; te he probado en el horno de la aflicción.

Samuel respondió: «¿Qué agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y prestar atención, más que la grasa de carneros.

Por el contrario, cuando me aman fielmente y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.

Esta es la profecía sobre los animales del Néguev: Por tierra de dificultades y angustias, de leones y leonas, de serpientes veloces y venenosas, llevan ellos a lomo de burro las riquezas de esa nación inútil, y sus tesoros, a lomo de camello.

Desde el día en que hice salir a sus antepasados de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, una y otra vez he advertido: ‘Obedézcanme’.

Jeremías contestó: —Obedezca la voz del Señor que yo le estoy comunicando y no caerá en manos de los babilonios. Así le irá bien a usted y salvará su vida.

Dicho esto, Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno en llamas y gritó: —Sadrac, Mesac y Abednego, siervos del Dios Altísimo, ¡salgan de allí y vengan acá! Cuando los tres jóvenes salieron del horno,

«Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.

Se mantuvo fiel al Señor y no se apartó de él, sino que cumplió los mandamientos que el Señor había dado a Moisés.




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