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Referencias Cruzadas

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Génesis 8:21

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Cuando el Señor percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque la inclinación del corazón del ser humano es perversa desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.

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50 Referencias Cruzadas  

Porque para Dios nosotros somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden.

y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?

Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande y que toda inclinación de su corazón tendía siempre hacia el mal,

Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado.

pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,

Cuando yo los saque a ustedes y los reúna de todas las naciones y pueblos donde estarán esparcidos, en presencia de las naciones los recibiré como ofrenda de olor grato y les manifestaré mi santidad.

Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.

Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo tomará todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, una ofrenda puesta al fuego cuyo aroma es grato al Señor.

No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque.

Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y luego el sacerdote lo quemará todo en el altar. Es un holocausto, una ofrenda puesta al fuego, cuyo aroma es grato al Señor.

Al hombre dijo: «Por cuanto hiciste caso a tu esposa y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldito será el suelo por tu culpa! Con sufrimiento comerás de él todos los días de tu vida.

Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.

Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.

Los malvados se descarrían desde que nacen; desde el vientre materno se desvían los mentirosos.

Yo sé que soy pecador de nacimiento; pecador, desde que me concibió mi madre.

Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el control del maligno.

A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos y se les oscureció su insensato corazón.

Ellos objetarán: “Es inútil. Vamos a seguir nuestros propios planes” y cada uno cometerá la maldad que dicte su obstinado corazón».

¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado»?

¿Quién de la inmundicia puede sacar pureza? ¡No hay nadie que pueda hacerlo!

Después la desgarrará por las alas, pero sin arrancárselas. Entonces el sacerdote la quemará en el altar sobre la leña encendida. Es un holocausto, una ofrenda puesta al fuego cuyo aroma es grato al Señor.

Luego tomarás todo eso de sus manos y en presencia del Señor lo quemarás en el altar, junto con el holocausto de aroma grato. Esta es una ofrenda puesta al fuego en honor del Señor.

y entonces quemarás todo el carnero sobre el altar. Se trata de un holocausto, de una ofrenda puesta al fuego, de aroma grato delante del Señor.

Porque voy a enviar un diluvio sobre la tierra para destruir a todos los seres vivientes bajo el cielo. Todo lo que existe en la tierra morirá.

He escuchado con suma atención, para ver si alguien habla con rectitud, pero nadie se arrepiente de su maldad; nadie reconoce el mal que ha hecho. Todos siguen su loca carrera, como caballos desbocados en combate.

»Ante mí ha quedado escrito; no guardaré silencio. Les daré su merecido; lo sufrirán en carne propia,

Nunca habías oído ni entendido; nunca antes se te había abierto el oído. Yo sé bien que eres muy traicionero y que desde tu nacimiento te llaman rebelde.

Eso son para ti los hechiceros con quienes te has ejercitado y con los que has negociado desde tu juventud. Cada uno sigue en su error; no habrá quien pueda salvarte.

»Persiste, entonces, con tus encantamientos y con tus muchas hechicerías, en las que te has ejercitado desde la niñez. Tal vez tengas éxito, tal vez puedas provocar terror.

convertiré en ruinas sus ciudades y asolaré sus santuarios. No me complaceré más en el aroma de sus ofrendas, que me era grato.

Le dio ese nombre porque dijo: «Este niño nos dará descanso en nuestros trabajos y sufrimientos en esta tierra que maldijo el Señor».

Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos y en el mundo serás un fugitivo errante.

Entonces el Señor dijo: «Voy a borrar de la superficie de la tierra al ser humano que he creado. Y haré lo mismo con los animales, los reptiles y las aves del cielo. ¡Me duele haberlos hecho!».

dijo a Noé: «He decidido acabar con toda la gente, pues por su causa la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra.

Luego, sacará al animal toda la grasa, tal y como se saca la grasa al sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará toda en el altar como aroma grato al Señor. Así el sacerdote pedirá perdón por él, y su pecado será perdonado.

Después Moisés tomó todo eso de sus manos y en presencia del Señor lo quemó en el altar, sobre el holocausto, como ofrenda de ordenación de aroma grato. Esa era una ofrenda puesta al fuego en honor del Señor.

si alguno ofrece al Señor una vaca o una oveja, ya sea como ofrenda puesta al fuego, o como holocausto, o como sacrificio para cumplir una promesa especial, o como ofrenda voluntaria, o para celebrar una fiesta sagrada, para que esa ofrenda sea un aroma grato al Señor,

Majestad, señor mío, le ruego que escuche mis palabras. Si quien lo mueve a usted en mi contra es el Señor, una ofrenda bastará para aplacarlo. Pero si son los hombres, ¡que el Señor los maldiga! Hoy me expulsan de esta tierra, que es la herencia del Señor, y me dicen: “¡Vete a servir a otros dioses!”.

Su veneno es como el de las serpientes, como el de una cobra que cierra su oído




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