»Hijos de Jacob: acérquense y escuchen; presten atención a su padre Israel.
Vengan, hijos míos, y escúchenme que voy a enseñarles el temor del Señor.
Dame, hijo mío, tu atención y no pierdas de vista mi ejemplo.
Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
»Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que siguen mis caminos.
Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras.
Hijo mío, guarda mis palabras y atesora mis mandamientos.
Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
Hijo mío, pon atención a mi sabiduría y presta oído a mi inteligencia,
»Tú, Rubén, eres mi primogénito, primer fruto de mi vigor, primero en honor y en poder.
El que ama la vida y desea ver muchos días felices,
»Todos ustedes, reúnanse y escuchen: ¿Quién de ellos ha profetizado estas cosas? El amado del Señor ejecutará su propósito contra Babilonia; su brazo estará contra los babilonios.