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Referencias Cruzadas

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Génesis 42:13

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Pero ellos volvieron a responder: —Nosotros, sus siervos, éramos doce hermanos, todos hijos de un mismo padre que vive en Canaán. El menor se ha quedado con nuestro padre y el otro ya no vive.

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26 Referencias Cruzadas  

Regresó entonces adonde estaban sus hermanos y les reclamó: —¡Ya no está ese muchacho! Y ahora, ¿qué hago?

nosotros contestamos que teníamos un padre anciano y un hermano que le nació a nuestro padre en su vejez. Nuestro padre quiere muchísimo a este último porque es el único que le queda de la misma madre, ya que el otro murió.

Además, dijimos: “Somos doce hermanos, hijos de un mismo padre. Uno ya no vive y el menor se ha quedado con nuestro padre en Canaán”.

—Porque aquel hombre nos preguntó específicamente acerca de nuestra familia —respondieron ellos—. “¿Vive todavía el padre de ustedes? —nos preguntó—. ¿Tienen algún otro hermano?”. Lo único que hicimos fue responder a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a saber que nos pediría llevar a nuestro hermano menor?

«Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación. Es Raquel que llora por sus hijos y no quiere ser consolada. ¡Sus hijos ya no existen!».

Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó a matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios.

Nuestros antepasados pecaron y murieron, pero a nosotros nos tocó el castigo.

Así dice el Señor: «Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto. Es Raquel que llora por sus hijos y no quiere ser consolada. ¡Sus hijos ya no existen!».

Al llegar dijeron: «¡José vive! ¡Es el gobernador de todo Egipto!». Jacob quedó atónito y no les creía,

Uno desapareció de mi lado y no he vuelto a verlo. Con toda seguridad fue despedazado por las fieras.

—¡Mi hijo no se irá con ustedes! —respondió Jacob—. Su hermano José ya está muerto y ahora solo él me queda. Si le llega a pasar una desgracia en el viaje que van a emprender, ustedes tendrán la culpa de que este pobre viejo se muera de tristeza.

Entonces Jacob, su padre, dijo: —¡Ustedes me van a dejar sin hijos! José ya no está con nosotros, Simeón tampoco está aquí, ¡y ahora se quieren llevar a Benjamín! ¡Todo esto me perjudica!

Todos nosotros somos hijos de un mismo padre; además somos gente honrada. ¡Sus siervos no somos espías!

—¡No es verdad! —insistió José—. Ustedes han venido para investigar las zonas desprotegidas del país.

Pero José los increpó una vez más: —Es tal como les he dicho. ¡Ustedes son espías!

José miró a su alrededor y al ver a Benjamín, su hermano de padre y madre, preguntó: —¿Es este su hermano menor, del cual me habían hablado? ¡Que Dios te bendiga, hijo mío!




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