José es majestuoso como primogénito de toro; ¡poderoso como un toro salvaje! Con sus cuernos atacará a las naciones, hasta arrinconarlas en los confines del mundo. ¡Tales son las decenas de millares de Efraín, los millares de Manasés!».
Cualquiera que en el país invoque una bendición, lo hará por el Dios de la verdad; y cualquiera que jure en esta tierra, lo hará por el Dios de la verdad. Las angustias del pasado quedarán en el olvido, ocultas ante mis ojos.
Ahora bien, los dos hijos que te nacieron aquí en Egipto, antes de que me reuniera contigo, serán considerados míos. Efraín y Manasés serán tan míos como lo son Rubén y Simeón.
porque los descendientes de José se habían dividido en dos tribus, Manasés y Efraín. Los levitas no recibieron tierras, solo algunas poblaciones con sus respectivos campos de cultivo y pastoreo.
También a la tribu de Manasés se le asignó su propio territorio, porque él era el primogénito de José. A Maquir, primogénito de Manasés y antepasado de los galaaditas, se le concedió Galaad y Basán por ser hombre de guerra.