»”Pero a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales y a los sobrevivientes de Jerusalén —lo mismo a los que se quedaron en esta tierra como a los que viven en Egipto—, los trataré como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer”, afirma el Señor.
«Así dice el Señor, el Dios de Israel: “A los deportados de Judá, que envié de este lugar a la tierra de los babilonios, los consideraré como a estos higos buenos.