a tal grado que el Señor, en su ira, los echó de su presencia. Todo esto sucedió en Jerusalén y en Judá. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
a tal grado que el Señor, en su ira, los echó de su presencia. Todo esto sucedió en Jerusalén y en Judá. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Sin embargo, el Señor tuvo misericordia de ellos. Por causa del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob, se compadeció de los israelitas y los preservó, y hasta el día de hoy no ha querido destruirlos ni arrojarlos de su presencia.
Ante ese espectáculo de truenos y relámpagos, de sonidos de trompeta y de la montaña envuelta en humo, los israelitas temblaban de miedo y se mantenían a distancia.
Hoy me condenas al destierro y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo y cualquiera que me encuentre me matará.
Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles para que Dios no los viera.
Porque todos ellos cuentan de lo bien que ustedes nos recibieron y cómo se convirtieron a Dios. Dejaron los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero,
Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre.
—Muy bien —contestó el Señor—. Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima. Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor.
Caín tuvo relaciones sexuales con su mujer, la cual quedó embarazada y dio a luz a Enoc. Caín construyó una ciudad y le puso el nombre de su hijo Enoc.
Pero Jonás huyó del Señor y se dirigió a Tarsis. Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis, pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del Señor.