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Referencias Cruzadas

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Génesis 39:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

José se ganó la confianza de Potifar, y este lo nombró mayordomo de toda su casa y le confió la administración de todos sus bienes.

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23 Referencias Cruzadas  

Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.

El que cuida de la higuera comerá de sus higos y el que vela por su amo recibirá honores.

Pero José no quiso saber nada, sino que contestó: —Mire, señora: mi amo ya no tiene que preocuparse de nada en la casa, porque todo me lo ha confiado a mí.

Un día, Abraham dijo al criado más antiguo de su casa, que era quien administraba todos sus bienes: —Pon tu mano debajo de mi muslo

Ustedes han sido muy buenos con este siervo suyo y su bondad ha sido grande al salvarme la vida. Pero yo no puedo escaparme a las montañas, no sea que la destrucción me alcance y pierda yo la vida.

¿Has visto a alguien diestro en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un don nadie.

El siervo sabio gobernará al hijo sinvergüenza, y compartirá la herencia con los otros hermanos.

Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia.

—No, por favor —insistió Jacob—; si he logrado que me trates bien, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!

dijo: —Mi señor, si este servidor suyo cuenta con su favor, le ruego que no me pase de largo.

El rey favorece al siervo inteligente, pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.

Luego Saúl mandó este mensaje a Isaí: «Permite que David se quede a mi servicio, pues me ha causado muy buena impresión».

—¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? —preguntó Esaú. —Intentaba que me trataras bien, mi señor —contestó Jacob.

y que ahora tiene vacas, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Le manda este mensaje con la esperanza de ganarse su favor».

Pero Abram respondió: —Mi Señor y Dios, ¿de qué me sirve que me des algo, si aún sigo sin tener hijos y el heredero de mis bienes será Eliezer de Damasco?

Pero conspiró contra él Zimri, uno de sus oficiales, que tenía el mando de la mitad de sus carros de combate. Estaba Elá en Tirsá, emborrachándose en la casa de Arsá, administrador de su palacio.

—Es una joven moabita que volvió de la tierra de Moab con Noemí —le contestó el capataz—.

Por su parte, el niño Samuel seguía creciendo y ganándose el aprecio del Señor y de la gente.

La joven agradó a Jegay y se ganó su simpatía. Por eso él se apresuró a darle el tratamiento de belleza y los alimentos especiales. Le asignó las siete doncellas más distinguidas del palacio y la trasladó con sus doncellas al mejor lugar del harén.

Contarás con el favor de Dios y tendrás buen nombre entre la gente.




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