La mujer guardó el manto de José hasta que su marido volvió a su casa.
Los malvados acechan a los justos con la intención de matarlos,
En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.
«Mi pueblo es necio, no me conoce; son hijos insensatos que no tienen entendimiento. Son hábiles para hacer el mal; no saben hacer el bien».
Los malvados conspiran contra los justos y rechinan los dientes contra ellos;
En cuanto me oyó gritar, salió corriendo y dejó su manto a mi lado».
Entonces le contó la misma historia: «El esclavo hebreo que nos trajiste quiso burlarse de mí.