«El día que yo actúe ellos serán mi propiedad exclusiva —dice el Señor de los Ejércitos—. Tendré compasión de ellos, como se compadece un hombre del hijo que le sirve.
Pero la madre de ustedes quedará grandemente humillada; la que les dio la vida quedará en vergüenza. Será la última de las naciones; se convertirá en desierto, tierra árida y llanura seca.