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Referencias Cruzadas

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Génesis 32:13

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Jacob pasó la noche en aquel lugar y de lo que tenía consigo escogió, como regalo para su hermano Esaú,

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18 Referencias Cruzadas  

Entonces Israel, su padre, dijo: —Ya que no hay más remedio, hagan lo siguiente: Echen en sus costales los mejores productos de esta región y llévenselos de regalo a ese hombre: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nueces, almendras.

Con regalos se abren todas las puertas y se llega a la presencia de gente importante.

El regalo secreto apacigua el enojo; el obsequio discreto calma la ira violenta.

Muchos buscan congraciarse con los poderosos; todos son amigos de quienes reparten regalos.

El soborno es como una piedra valiosa para quien lo ofrece; piensa que dondequiera que vaya tendrá éxito.

Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que habían llevado y se postraron rostro en tierra ante él.

Acepte usted este regalo que su criada ha traído y repártalo entre los criados que lo acompañan.

Pregúntales a tus criados y ellos mismos te lo confirmarán. Por tanto, te agradeceré que recibas bien a mis hombres, pues este día hay que celebrarlo. Dales, por favor, a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a la mano”».

José era el gobernador del país y el que vendía trigo a todo el mundo. Cuando sus hermanos llegaron, se postraron rostro en tierra ante él.

—No, por favor —insistió Jacob—; si he logrado que me trates bien, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!

Abraham alzó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Postrándose en tierra,

doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,

—¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? —preguntó Esaú. —Intentaba que me trataras bien, mi señor —contestó Jacob.

Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tus descendientes.

Luego lo llevó afuera y le dijo: —Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia!

te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia —como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos.

Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, lanzas y arcos, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos.




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