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Referencias Cruzadas

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Génesis 3:17

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Al hombre dijo: «Por cuanto hiciste caso a tu esposa y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldito será el suelo por tu culpa! Con sufrimiento comerás de él todos los días de tu vida.

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28 Referencias Cruzadas  

Le dio ese nombre porque dijo: «Este niño nos dará descanso en nuestros trabajos y sufrimientos en esta tierra que maldijo el Señor».

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios lo da a sus amados mientras duermen.

Toda su vida come en tinieblas, en medio de muchas molestias, enfermedades y enojos.

»Pocos son los días y muchos los problemas, que vive el hombre nacido de mujer.

Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.

»¿Cuándo se ha apagado la lámpara de los malvados? ¿Cuándo les ha sobrevenido el desastre? ¿Cuándo Dios, en su enojo, los ha hecho sufrir

El rey contestó: “Siervo malo, con tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Así que sabías que soy muy exigente, que tomo lo que no deposité y cosecho lo que no sembré?

Él responderá: “Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí”.

Aborrecí entonces la vida, pues todo cuanto se hace bajo el sol me resultaba repugnante. Realmente, todo es vanidad; ¡es correr tras el viento!

Luego observé todas mis obras y el trabajo que me había costado realizarlas. Vi que todo era vanidad, un correr tras el viento, y que no había provecho bajo el sol.

—¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?

La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba con ella, y él también comió.

“Amigo, ¿cómo entraste aquí sin el traje de boda?”, dijo. El hombre se quedó callado.

En cambio, cuando produce espinos y cardos, no vale nada; está a punto de ser maldecida y acabará por ser quemada.

La tierra te producirá cardos y espinas, y comerás hierbas silvestres.

Cuando el Señor percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque la inclinación del corazón del ser humano es perversa desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.




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