Al llegar vio un pozo en medio de un campo donde descansaban tres rebaños de ovejas, ya que estas bebían agua de allí. Sobre la boca del pozo había una piedra muy grande,
pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
Allí hizo que los camellos se arrodillaran junto al pozo de agua que estaba en las afueras de la ciudad. Caía la tarde, que es cuando las mujeres salen a buscar agua.
por eso los pastores corrían la piedra solo cuando estaban juntos todos los rebaños. Luego de abrevar a las ovejas volvían a colocar la piedra en su lugar sobre la boca del pozo.
la voz de los que cantan en los abrevaderos, donde relatan los actos de justicia del Señor, los actos de justicia para con sus campesinos en Israel. »Entonces el pueblo del Señor descendió a las puertas de la ciudad.