Entonces Esaú se dio cuenta de la antipatía de su padre por las cananeas.
y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás de esta tierra de Canaán, donde yo habito, una mujer para mi hijo
Cuando dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor,
Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó: —No te cases con ninguna mujer de aquí de Canaán.
Luego Rebeca dijo a Isaac: —Estas mujeres hititas me tienen cansada. Me han quitado las ganas de vivir. Si Jacob se llega a casar con una de las hititas que viven en este país, ¡más me valdría morir!
y de que Jacob había partido hacia Padán Aram en obediencia a su padre y a su madre.