Pero Isaac preguntó a su hijo: —¿Cómo fue que lo encontraste tan pronto, hijo mío? —El Señor tu Dios me ayudó —respondió Jacob.
¿Se atreverán a decir falsedades en nombre de Dios? ¿Argumentarán en su favor con engaños?
No uses el nombre del Señor tu Dios en vano. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en vano.
Entonces comenzó a orar: «Señor, Dios de mi amo Abraham, te ruego que hoy me vaya bien y demuestres el amor que le tienes a mi amo.
Isaac dijo: —Acércate, hijo mío, para que pueda tocarte y saber si de veras eres o no mi hijo Esaú.