Cuando el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino que atraviesa la tierra de los filisteos, que era el más corto, pues pensó: «Si se les presentara batalla, podrían cambiar de idea y regresar a Egipto».
¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor, el Dios de sus padres, juzgue entre nosotros! Entonces Jacob juró por el Dios conocido como el Temor de Isaac, su padre.
Uno de los que habían escapado informó todo esto a Abram el hebreo, que estaba acampando junto al bosque de encinas de Mamré el amorreo. Mamré era hermano de Escol y de Aner, y estos eran aliados de Abram.