Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».
Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus transgresiones. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados
Todos los que dependen de las obras que demanda la Ley están bajo maldición, porque está escrito: «Maldito sea quien no practique fielmente todo lo que está escrito en el libro de la Ley».
Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por él y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que sí lleva a la muerte y en ese caso no digo que se ore por él.
Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin embargo, no solo siguen practicándolas, sino que incluso aprueban a quienes las practican.
Al hombre dijo: «Por cuanto hiciste caso a tu esposa y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldito será el suelo por tu culpa! Con sufrimiento comerás de él todos los días de tu vida.
porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo».
¿Acaso no saben ustedes que cuando se entregan a alguien para obedecerlo, son esclavos de aquel a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del pecado que lleva a la muerte o de la obediencia que lleva a la justicia.
Cuando yo diga al malvado: “¡Vas a morir!”, y tú no le adviertes al malvado de su mala conducta, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte.
Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.
presta dinero con usura y exige intereses. ¿Tal hijo merece vivir? ¡Claro que no! Por haber cometido todas esas abominaciones, será condenado a muerte y, de su muerte, solo él será responsable.
lo mandó llamar y dijo: —Yo te hice jurar por el Señor y te advertí: “El día que salgas a cualquier lugar, podrás darte por muerto”. Y tú dijiste que estabas de acuerdo y que obedecerías.
¡Tan cierto como el Señor y Salvador de Israel vive, les aseguro que aun si el culpable es mi hijo Jonatán, morirá sin remedio! Nadie se atrevió a decirle nada.
porque el Señor había dicho que todos morirían en el desierto. Con la excepción de Caleb, hijo de Jefone, y de Josué, hijo de Nun, ninguno de ellos quedó con vida.
Pero ahora devuelve esa mujer a su esposo, pues él es profeta y va a interceder por ti para que vivas. Si no lo haces, debes saber que sin duda morirás junto con todos los tuyos.
Dios el Señor hizo que creciera toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer. En medio del jardín hizo crecer el árbol de la vida y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.
Pero en cuanto Jeremías terminó de decirle al pueblo todo lo que el Señor había ordenado, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo lo apresaron y dijeron: «¡Vas a morir!