Luego Dios añadió: «Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate. De ti nacerá una nación y una comunidad de naciones, y habrá reyes entre tus descendientes.
Pero su padre se resistió y contestó: —¡Ya lo sé, hijo, ya lo sé! También él gestará a un pueblo y llegará a ser importante. Pero su hermano menor será aún más importante y su descendencia dará origen a muchas naciones.
te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia —como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos.
y el Señor le contestó: «Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se dividen desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro y el mayor servirá al menor».