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Referencias Cruzadas

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Génesis 11:7

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Será mejor que bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan entre ellos mismos».

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20 Referencias Cruzadas  

El Señor frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos.

¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lenguaje! En la ciudad solo veo contiendas y violencia;

Luego dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes y sobre todos los animales que se arrastran por el suelo».

Así que, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos que no entienden o no creen, ¿no dirán que ustedes están locos?

Pueblo de Israel, voy a traer contra ustedes una nación lejana, una nación fuerte y antigua, una nación cuyo idioma no conocen, cuyo lenguaje no entienden», afirma el Señor.

El que está en el trono de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos.

Acalla los labios de los consejeros y deja sin discernimiento a los ancianos.

El Señor levantará contra ti una nación muy lejana, cuyo idioma no podrás entender; vendrá de los confines de la tierra, veloz como un águila.

Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!

Como José les hablaba por medio de un intérprete, ellos no sabían que él entendía todo lo que estaban diciendo.

Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo.

Estos fueron los descendientes de Cam, según sus clanes e idiomas, territorios y naciones.

Y Dios el Señor dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre».

Estos son los clanes de los hijos de Noé, según sus genealogías y sus naciones. A partir de estos clanes, las naciones se extendieron sobre la tierra después del diluvio.

Algunos de ellos se esparcieron por las costas. Formaron naciones y clanes en sus respectivos territorios y con sus propios idiomas.

—¿Y quién le puso la boca al hombre? —respondió el Señor—. ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita?

No verás más a ese pueblo insolente, a ese pueblo de idioma confuso, de lengua extraña e incomprensible.




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