»”Los habitantes de Rodas también comerciaban contigo. Concretabas negocios con muchas islas del mar, las cuales te pagaban con ébano y colmillos de marfil.
La reina de Sabá se enteró de la fama de Salomón, con la cual él honraba el nombre del Señor, así que fue a verlo para ponerlo a prueba con preguntas difíciles.