Fue así como los egipcios pusieron capataces para que oprimieran a los israelitas. Les impusieron trabajos forzados, tales como los de edificar para el faraón las ciudades de almacenaje Pitón y Ramsés.
Pero el Señor siguió diciendo: —Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces y conozco bien sus penurias.
Esta es la profecía sobre los animales del Néguev: Por tierra de dificultades y angustias, de leones y leonas, de serpientes veloces y venenosas, llevan ellos a lomo de burro las riquezas de esa nación inútil, y sus tesoros, a lomo de camello.