Cuando los israelitas deban ponerse en marcha, Aarón y sus hijos entrarán en el santuario y descolgarán la cortina que lo resguarda, y con ella cubrirán el arca con las tablas del pacto.
Entonces se abrió en el cielo el templo de Dios; allí se vio el arca de su pacto y hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte granizada.
Después tomará un poco de la sangre del novillo y la rociará con su dedo al costado oriental de la tapa del arca; la rociará delante de la tapa siete veces.
Yo me reuniré allí contigo en medio de los dos querubines que están sobre el arca donde están las tablas del pacto. Desde la parte superior de la tapa del arca te daré todas las instrucciones que habrás de comunicarles a los israelitas.
Desde el día en que liberé a Israel hasta el día de hoy, no he habitado en casa alguna, sino que he ido de campamento en campamento y de tienda en tienda.