Entonces Moisés comunicó a Aarón todo lo que el Señor había ordenado decir y todas las señales milagrosas que mandaba realizar.
“No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue.
«Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y proclámale el mensaje que te voy a dar».
—No te acerques más —le dijo Dios—. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa.
Moisés volvió y convocó a los jefes del pueblo para exponerles todas estas palabras que el Señor había ordenado comunicarles,
Moisés dijo a los jefes de las tribus de Israel: «El Señor ha ordenado que