Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Éxodo 4:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Moisés volvió a preguntar: —¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: “El Señor no se te ha aparecido”?

Ver Capítulo Copiar

14 Referencias Cruzadas  

»Los jefes de Israel te harán caso. Entonces ellos y tú se presentarán ante el rey de Egipto y dirán: “El Señor, Dios de los hebreos, ha venido a nuestro encuentro. Déjanos hacer un viaje de tres días al desierto, para ofrecerle sacrificios al Señor nuestro Dios”.

Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así.

El Espíritu me levantó y se apoderó de mí. Y me fui amargado y enardecido en mi espíritu, mientras la mano del Señor me sujetaba con fuerza.

Yo respondí: «¡Ah, mi Señor y Dios! ¡Soy muy joven y no sé hablar!».

Pero Moisés respondió al Señor: —¿Y cómo va a hacerme caso el faraón si yo no tengo facilidad de palabra?

por lo que el pueblo creyó. Y al oír que el Señor había estado pendiente de ellos y había visto su aflicción, los israelitas se postraron y adoraron al Señor.

—¿Y quién te nombró gobernante y juez sobre nosotros? —respondió aquel—. ¿Acaso quieres matarme a mí como mataste al egipcio? Esto causó temor en Moisés, pues pensó: «¡Ya se supo lo que hice!».

Además, Dios dijo a Moisés: —Di esto a los israelitas: “El Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes. »”Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todas las generaciones”.

»Y tú, anda, reúne a los jefes de Israel y diles: “El Señor, Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: ‘Yo he estado pendiente de ustedes. He visto cómo los han maltratado en Egipto.

—Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este siervo tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.

Aarón, además de repetirles todo lo que el Señor había dicho a Moisés, realizó también las señales a la vista del pueblo,

Pero Moisés respondió al Señor: —¿Y cómo va a hacerme caso el faraón si ni siquiera los israelitas me creen? Además, no tengo facilidad de palabra.

Aquel mismo día el hombre de Dios ofreció una señal: «Esta es la señal que el Señor da: ¡El altar será derribado y las cenizas se esparcirán!».

—Si me he ganado tu favor, dame una señal de que en realidad eres tú quien habla conmigo —respondió Gedeón—.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios