y los otros dos extremos de las cadenillas a los dos engastes, para fijarlos por la parte delantera a las hombreras del efod.
¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares!
y dos cadenillas de oro puro, a manera de cordón, para fijar las cadenillas en los engastes.
En sus dos extremos tendrá hombreras con cintas para que pueda sujetarse.
Un joyero grabará los nombres en las dos piedras, como los orfebres graban sellos: engarzará las piedras en filigrana de oro
luego se sujetaron las dos cadenillas de oro a los anillos de los extremos del pectoral,
Se hicieron otros dos anillos de oro y los fijaron a los otros dos extremos del pectoral, en el borde interior, junto al efod.