Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, puse el fundamento y otro construye sobre él. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye,
Respondió el Señor: —¿Quién es el mayordomo fiel y prudente a quien su señor deja encargado de los siervos para repartirles la comida a su debido tiempo?
Los supervisores de la restauración trabajaron diligentemente hasta terminar la obra. Repararon el Templo de Dios y lo dejaron en buen estado y conforme al diseño original.
Entonces les entregó todas las ofrendas que los israelitas habían llevado para realizar la obra del servicio del santuario. Pero el pueblo seguía llevando ofrendas voluntarias mañana tras mañana.